El alcalde de Totana, José Martínez Andreo, ha propuesto realizar un reconocimiento público a la labor y trayectoria de D. José María Cánovas Martínez con motivo de su próxima beatificación, así como dar el nombre de Beato José María Cánovas a una calle, plaza o lugar público de la localidad.
Esta propuesta del primer edil, que será elevada al próximo pleno, con motivo de la beatificación de José María Cánovas Martínez, que tendrá lugar el próximo 28 de octubre en Roma, donde serán a su vez beatificados otros 498 mártires. Este acto contará con la presencia de una delegación totanera integrada por los representantes del equipo de Gobierno municipal, José Antonio Valverde Reina y Roque Molina.
José María Cánovas Martínez, que nació en Totana el 9 de agosto de 1894, vivió en la calle Cuartelillo, en donde sus padres regentaban una panadería. En su infancia fue acólito en el Convento de los Padres Capuchinos y estuvo algún tiempo en la Escuela Apostólica que los Capuchinos tenían en Orito (Alicante).
Regresó a Totana y en 1909 ingresó en el seminario diocesano de San Fulgencio, donde fue ordenado sacerdote el 21 de mayo de 1921 y el día 26 de ese mismo mes celebró su primera misa en la Parroquia de Santiago en Lorca, en donde su hermano ejercía de párroco. Tuvo la dicha de estar acompañado por numerosos totaneros, entre ellos, por su madre.
Ya en octubre de 1921 fue nombrado coadjutor de la mencionada parroquia de Lorca y en septiembre de 1935 se hizo cargo de la Parroquia al ingresar su hermano en el Noviciado de la Congregación de la Misión y ejerció su ministerio sacerdotal en Santiago de Lorca hasta que el 3 de agosto de 1936 fue encarcelado.
José María Cánovas Martínez estuvo en prisión hasta que la mañana del día 18 de noviembre de 1936 fue asesinado junto a otros cinco hermanos de la Doctrina Cristiana en el lugar conocido como el Coto Minero. Sus cuerpos fueron arrojados a los pozos de azufre existentes en las proximidades, desapareciendo todo rastro humano de ellos. Sobre ese momento final hay quien asegura que murieron al instante y otros que en el fondo de la mina, sufriendo terribles dolores.
En 1951, la Comisión Municipal del Ayuntamiento de Totana acordó dar el nombre del Glorioso Mártir de esta Ciudad, José María Cánovas Martínez, a la actual calle de la Fuente.
